Diario de A Bordo

... El viento es un caballo: óyelo como corre por el mar, por el cielo. Quiere llevarme: escucha como recorre el mundo para llevarme lejos.

Deja que el viento corra, coronado de espuma, que me llame y me busque galopando en la sombra, mientras yo, sumergido bajo tus grandes ojos, por esta noche sola, descansaré ... [Pablo Neruda]

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01 marzo 2006

Festival en Torres del Paine

Torres del Paine es probablemente el Parque Natural más famoso de toda sudamérica y a bien cierto que lo es con todo merecimiento. Conforma un conglomerado de picos de granito, glaciares, lagos, ríos, campiña y bosques de una belleza superlativa. El parque, no obstante, tiene su lado oscuro primero en un clima muy cabrón ( perdón ) tanto porque igual te nieva que te sale el sol en cinco minutos como por el viento ( fuerte ) que permanentemente te está retocando el peinado y segundo en el lucrativo negocio que tienen montado las concesionarias designadas por el gobierno chileno para administrar el parque y que constituyen un eficiente sistema de obtención de réditos económicos a costa de los turistas que lo visitan. Para que os hagáis una idea, dormir en un refugio de montaña, es decir un camastro en una litera, sale a 32 dólares por persona y no incluye nada más. Comer cuesta más de 16 dólares y en algunos albergues no se puede ni cocinar ni utilizar la zona comunitaria. Acampar tampoco no es una ganga, adicionalmente, si uno tiene que alquilar equipo ( tienda, saco, etc.. ) le sale casi a igual precio que dormir en el refugio.

El circuito que hemos completado por el parque ( llamado 'W' ) y que nos ha llevado a caminar una media de unas 6 horas diarias entre paisajes naturaleza pura y condiciones climáticas complicadas, ha constiutido el cumplimiento de uno de los objetivos que al inicio del viaje nos marcábamos Marisol y yo como más complicados conseguir.

Por siempre quedará grabado en nuestra mente la tarde que accediendo a un mirador en el Valle del Francés, en medio de un valle de hermosísima belleza y rodeados a derecha y izquierda de montañas semi escondidas entre una fría bruma y cubiertas de nieve y salpicadas de glaciares, empezó a soplar un vientro atroz y empezó a caer granizo. Por un instante nos hicimos una idea de lo que deben sentir las personas que de verdad hacen aventura en los parajes más inhóspitos y al mismo tiempo más bellos del planeta.