Diario de A Bordo

... El viento es un caballo: óyelo como corre por el mar, por el cielo. Quiere llevarme: escucha como recorre el mundo para llevarme lejos.

Deja que el viento corra, coronado de espuma, que me llame y me busque galopando en la sombra, mientras yo, sumergido bajo tus grandes ojos, por esta noche sola, descansaré ... [Pablo Neruda]

Nos encontramos actualmente en Barcelona

11 agosto 2006

¿ Nos Laos de fiesta ?

¿ Lo cualo ?. Pues eso, de fiesta a Laos, un lugar exótico, lejos de casa, baratito, con leyes permisivas y que además queda bien en el curriculum de viajes. Con un poco de suerte incluso en la visita uno puede encontrarse con uno de esos personajes infames que tanto proliferan por España. Aquel que supuestamente se ocultó allí huyendo de la justicia.

Laos, país que integrado de manera sorpresiva en el gringo trail - nombre que recibe la ruta que la mayoría de turistas de bajo presupuesto sigue por diferentes lugares del mundo - del sudeste asiático, ha pasado en pocos años de encontrarse en el más absoluto anonimato internacional - abrió sus fronteras al turismo en 1989 - a contemplar con absoluto estupor como jovenzuelos - mal llamados a sí mismos backpackers - de diferentes nacionalidades transitan durante una semana por una reducida zona del país, moviéndose de un lugar a otro entre juerga y juerga. La imagen que en esas condiciones damos como habitantes de ese supuestamente primer mundo al cual todos nos sentimos tan aliviados de pertenecer, es realmente deleznable.

Decenas de sonrosaditos y celulíticos nenes y nenas emplean el tiempo bebiendo cerveza, fumando marihuana y de fiesta, mientras alrededor la gente del país que ha conseguido improvisar unos pocos servicios básicos para su diversión - discotecas, restaurantes con camas para ver las 24 horas del día capítulos de Friends, locales donde se sirve comida rápida, atracciones como bajar en un pneumático de tractor por un río, ... - vive en casas de paja y madera, viste harapos, se mueve de un lugar a otro a pie o con suerte en bicicleta y practica una economía de substencia - evidentemente, la unica que pueden permitirse -.

Estamos seguros que alguien podrá alegar que de esta manera también se está fomentando el crecimiento de la economía del país. Pero .... ¿ a qué precio ? y ¿ con qué alcance - cuantas famílias de Laos se benefician de este tipo de turismo que por cierto, también sufrimos en Barcelona - ?. ¿ Qué ocurrirá cuando las tornas cambien y por el futil motivo que sea el país deje de ser interesante para estos colectivos ?. ¿ Cuantas de estas personas han venido para disfrutar de los atractivos reales de este país: Unos maravillosos escenarios naturales que van desde espectaculares formaciones kársticas en medio de verdes campos y terrazas de arrozales, hasta las tierras bajas bañadas por el rio Mekong. Descubrir la variedad de etnias y la personalidad común de unos habitantes educados, amables y todavía ajenos a las revoluciones del mundo capitalista. O adentrarse en los restos de su pasado colonial y herencia cultural de diferentes procedencias ?.

¿ Cuantas de estas personas serían capaces de explicar porque han venido a Laos y qué es lo que más les ha gustado, sin que la respuesta estuviera relacionada con ese ocio barato y libre de restricciones que en sus paises de origen no pueden practicar ?.